sábado, 15 de mayo de 2010

AYER Y HOY DEL MALBRÁN. QUIÉN TE HA VISTO Y QUIÉN TE VE...



Año 4 - Nº 9 - Septiembre de 1997
http://www.fcen.uba.ar/publicac/revexact/exacta9/exaindex.htm
Situación en el Malbrán
Un paso adelante y dos atrás
Armando Doria

Después de 200 días de paro activo y ocupación del Malbrán, los investigadores del Instituto levantaron la medida en vistas al acuerdo convenido el pasado 1ro. de julio con las autoridades del Ministerio de Salud y Acción Social. Pese a la reincorporación de la casi totalidad de los trabajadores cesanteados, el arreglo no puso fin a los reclamos por mayor presupuesto y revisión de la nueva estructura creada por decreto presidencial: la Administración Nacional de Institutos Nacionales de Salud (ANLIS).

El resultado de las negociaciones fue la reincorporación de 23 de los 49 cesanteados en el comienzo del conflicto, optando el resto por pasar al Fondo de Reconversión Laboral o jubilarse de sus puestos. Seis de los reincorporados -trabajadores de planta administrativa y de servicios generales- fueron contratados por el Ministerio de Trabajo de manera permanente. Los profesionales y técnicos retomaron sus antiguas ocupaciones con los mismos salarios, condiciones laborales y sin ningún tipo de sanción institucional por la protesta gremial.

Pero la protesta no apuntaba únicamente a la reincorporación de los cesanteados sino que se oponía a la nueva estructura de los institutos de salud, argumentando que para hacer efectiva una reestructuración de tal magnitud se debía escuchar la palabra de los investigadores. Por este motivo, los profesionales del Instituto continúan poniendo serias objeciones al ANLIS y conservan la intención de reunirse con el ministro de Salud, Angel Mazza, y la directora del Instituto, Elsa Segura, en vistas a discutir esta reforma.

Al respecto de la finalización del paro, opina Lucía Barrera, jefa del Servicio de Microbacterias del Malbrán: "Firmamos el acta de acuerdo en virtud de que el conflicto debía tener un final lo más ventajoso posible, pero, una vez retomada la actividad normal, no sólo nos ocupamos de verificar que se cumpla lo pactado, sino que también continuamos con los reclamos pendientes".

Los que quedaron afuera

Hubieron dos casos excepcionales a la reincorporación: los doctores Rafael Repetto y Marcelo Rodríguez no fueron aceptados de vuelta en el Instituto. Las autoridades del Ministerio no dieron explicaciones al respecto y tampoco existe fundamentación técnica para estos casos. "Son objeto de persecución política: sus nombres están casi proscriptos", aclara Barrera y agrega: "Seguiremos reivindicando la postura de que se establezca la reincorporación de los dos compañeros investigadores".

El doctor Repetto es zoólogo especializado en mantenimiento y cría de ofidios en cautiverio, actividad básica para la producción de sueros antiofídicos. Logró establecer en el Instituto métodos de extracción del veneno y manutención de serpientes que permitieron prescindir de las poblaciones naturales de víbora yarará.

Marcelo Rodríguez, el otro ausente, es especialista en control de reactivos para uso de diagnóstico. Mientras sus compañeros del Malbrán continúan exigiendo su reincorporación, Rodríguez fue contratado en forma temporal por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para desempeñarse en el control de bancos de sangre.

El conflicto por el personal no reincorporado se suma al de las divergencias de profesionales y autoridades por la instrumentación de las reformas administrativas de los institutos de salud; pero este tema no es lo único que le preocupa a los profesionales del Instituto. Los despidos fueron instrumentados desde el Ministerio y apoyados por la dirección del Malbrán y la oficialista Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), "por lo tanto -dice Lucía Barrera- la reincorporación significó que estos estamentos tuvieran que admitir un retroceso en su política, por lo que algunos reincorporados tuvieron problemas para reasumir sus funciones, se los ha tratado con represalias".

Pese a la finalización del paro activo, el personal del Malbrán no puso cierre definitivo al conflicto nacido con la Segunda Reforma del Estado, sino que dio comienzo a una nueva etapa de negociaciones con la intención de participar de una reestructuración que se hizo por decreto y no contempló su palabra.

15 de mayo de 2010
Gustavo Ríos, titular de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud
El Malbrán: de los sueros a las vacunas
El desarrollo de vacunas, el diagnóstico de enfermedades y la capacitación de recursos humanos en salud son algunas de las misiones de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS), que fabricará la vacuna contra la fiebre amarilla.

Al frente de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán” (ANLIS) –organismo descentralizado del Ministerio de Salud de la Nación– desde 2002, Gustavo Ríos asegura que “con esta gestión ministerial, la ANLIS se ha posicionado en un rol productivo, y esto es muy significativo para la institución y los institutos, porque les da un lugar que se ata fuertemente a la historia del Malbrán, que comenzó, entre otras acciones, como un laboratorio productor de suero y se consolidó a lo largo del tiempo como productor de vacunas”.

Desde finales de la década del ´70 la institución atravesó el mismo proceso de deterioro que muchas otras organizaciones públicas del país.

“La falta de inversión y de visión política durante años hicieron que esta característica productiva se perdiera. Pero ahora hay un esfuerzo y un mandato para recuperarla, y de la mano de esta decisión vienen las inversiones y la posibilidad de llevar adelante proyectos como los que estamos encarando”.

Agrega que su tarea al frente de la ANLIS “ha sido consolidar una identidad propia que dé testimonio de las capacidades de los institutos individualmente y de las capacidades del conjunto, que no es la mera suma de las partes sino la potenciación de las capacidades que cada uno tiene”.

¿De los institutos que conforman la institución, cuáles se destacan por el trabajo que vienen realizando?
-Cada uno tiene una competencia particular. Hay proyectos y trabajos significativos en todos, y también hay proyectos transversales, que dan respuesta a necesidades del sistema sanitario y de la problemática de salud de la población. El Plan Estratégico 2008-2011 ANLIS marca lo que está haciendo la gestión en investigación y desarrollo, diagnóstico de referencia, producción y control de calidad y formación de recursos humanos, entre otros ejes. Y en esto cada uno de los institutos, ya sea individualmente o en proyectos conjuntos, juega un rol importante.

¿Cómo vivieron el año pasado las epidemias de gripe A y dengue ocurridas en el país?
-Fueron dos desafíos importantes. En el caso del dengue, partíamos de una situación muy compleja porque el estallido que hubo encontró a los sistemas locales poco preparados para dar respuesta. Y desde el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas (INEVH) “Dr. Julio I. Maiztegui” se tuvieron que suplir capacidades que tendrían que haber estado resueltas en otras instancias del sistema sanitario.

Con la gripe fue distinto porque, aunque era un fenómeno esperado, estábamos en un territorio de incertidumbre. Y este era el único lugar en el que se podían procesar las muestras, por las condiciones de bioseguridad que se exigían, lo que generó una carga de trabajo altísima y un enorme esfuerzo de los trabajadores.

Recibíamos muestras las 24 horas, no había sábados ni domingos, y esto requería una estructura de apoyo muy fuerte. Simultáneamente, se sostuvieron algunas actividades centrales para el organismo como la investigación y la actividad de laboratorio referencial, lo que permitió la secuenciación del genoma de la gripe A en medio de la urgencia. Todo esto nos dejó una serie de lecciones que esperamos haber aprendido, para dar una respuesta más satisfactoria este año.

¿Cómo se llevó a cabo la descentralización de los laboratorios diagnósticos?
-Se concretó a partir de una decisión muy fuerte del Ministerio de Salud de instalar capacidades en casi todas las provincias, y desde aquí se hizo un aporte en equipamiento e insumos. Esto le va a dar a los sistemas provinciales herramientas para responder a la situación epidemiológica que se plantee en cada lugar. Y nosotros, desde nuestro lugar de laboratorio de referencia nacional, vamos a mantener la supervisión, el control de calidad y el monitoreo sobre el sistema de vigilancia.

¿Se va a ocupar ANLIS de la producción de la vacuna contra la fiebre amarilla?
-Si, y el lugar de producción será el Instituto Maiztegui, de Pergamino, donde ya funciona una planta de producción de vacunas virales. Hoy estamos en el proceso de intercambio y negociación con el gobierno de Brasil para llevar adelante este proyecto de la manera más conveniente.

¿En qué punto está la investigación en salud en la Argentina?
-El Ministerio de Salud ha puesto la investigación en el centro de la agenda. Desde el año pasado, tenemos fondos propios destinados a proyectos de investigación que se concursan y se rigen por los mismos estándares de calidad de selección que los de otras agencias promotoras de investigación de la Argentina. Esto hace que se puedan dirigir los temas de investigación hacia aquellos problemas definidos como prioritarios.

¿Y cuáles son los temas prioritarios?
-El país está en una situación de transición epidemiológica de las enfermedades transmisibles –vinculadas a las condiciones socioeconómicas– a las no transmisibles, como las cardiovasculares, cáncer, conductas alimentarias, diabetes, etcétera. Hay que trabajar en este territorio, pero sin dejar de hacerlo en el campo de las enfermedades que afectan a los grupos más vulnerables.

¿Cómo funciona ANLIS a través de las distintas gestiones en Salud?
-Desde 2002, fueron tres ministros, cada uno con su marca y con su sesgo. El fuerte liderazgo en el sector Salud que el Ministerio tenía en el primer período, con Ginés González García, marcó mucho la posibilidad de integración y de crecimiento de ANLIS. Con la gestión de Manzur, entre otras cosas, ha aparecido este posicionamiento en el rol productivo, y esto es muy significativo para la ANLIS y para los institutos que la integran.
La Administración
La ANLIS está conformada por el Instituto Nacional de Parasitología "Dr. Mario Fatala Chaben", el Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemoepidemias, el Centro Nacional de Control de Calidad de Biológicos, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, el Instituto Nacional de Producción de Biológicos, el Centro Nacional de Genética Médica y el Centro Nacional de Red de Laboratorios, todos estos ubicados en la Capital Federal.

Además, forman parte de ANLIS el Instituto Nacional de Epidemiología "Dr. Juan H. Jara", de Mar del Plata; el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias "Dr. Emilio Coni", de Santa Fe; el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas "Dr. Julio Maiztegui", de Pergamino; y el Centro Nacional de Investigaciones Nutricionales, de Salta.

0 Comments: